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a.m., y rozando los cero grados. Manu y yo, nos dirigimos en busca de
Raúl, el cual, nos espera (cual cebolla) con varias capas de ropa, y el equipo
a cuestas.
Tras
coger fuerzas en el bar del cruce gracias a las tostadas de zurrapa de lomo,
nos fuimos a la Dehesa para preparar los
hides. Para facilitárselo a los compañeros, salimos mas tarde de lo
acostumbrado. Eso, sumado a la luz de la luna, la cual alumbraba bastante, nos
pasó factura, ya que creó un poco de recelo en la avifauna.
Pudimos
identificar un gran número de especies diferentes. Entre otras: Focha común,
aguja colinegra, pato cuchara, cormorán, cigüeñuela, pitorra,
flamenco, avefría, chorlitejo chico, lavandera blanca, curruca capirotada, ánade
real, andarríos, golondrina común, golondrina daúrica, avión común, grajilla,
mosquitero, bisbita, somormujo, garza real, garcilla bueyera, aguilucho lagunero, y
milano negro.
Estuvimos
hasta las 11:00, puesto que a esa hora estaba prevista la llegada de las
personas que no habían podido acudir a primera hora. Se incorporaron Guzmán y
su hijo Javier, quienes, al igual que Manu, hacían la primera salida con nosotros.
Tras un
rato de conversación, fuimos a los pinares de Aznalcázar, donde montamos un
comedero para pequeños pajarillos, el cual no tuvo éxito.